SALSA CARBONARA SIN NATA original

1. Comenzamos con la elaboración de la salsa carbonara sin nata. En un bol, ponemos las yemas de huevo y les añadimos una pequeña pizca de sal. Añadimos el queso rallado y con ayuda de un tenedor, batimos todo bien hasta que nos quede una especie de pasta homogénea y de color anaranjado.
2. En una sartén a fuego fuerte y sin una gota de aceite, añadimos el bacon cortado en tiritas. El bacon ya tiene mucha grasa de por sí así que, no necesita más aceite. Cocinamos un par de minutos a fuego fuerte, hasta que quede crujiente.
3. Retiramos el exceso de aceite de la sartén y añadimos el bacon a la mezcla. Volvemos a mezclar brevemente todo para que todos los ingredientes queden bien integrados.
4. Ahora, si queremos hacer una pasta con esta salsa, tan sólo la cocemos en abundante agua, como siempre hemos hecho. Una vez esté al dente, la escurrimos del agua e inmediatamente la introducimos a la salsa carbonara sin nata. Mezclamos bien hasta que la pasta absorba la salsa. El propio calor residual cocinará el huevo que, no llegará a cuajarlo del todo para que quede más cremosa. Si crees que queda demasiado seca, puedes añadir un poco del agua de la cocción de la pasta. Una vez esté todo bien integrado, emplatamos y espolvoreamos con generosa cantidad de pimienta negra recién molida. Si queremos hacer un arroz con esta salsa, seguimos el mismo procedimiento
5. Si por el contrario, quieres hacer una pizza con ella, estiramos la masa de la misma, como siempre hemos hecho. Encima, colocamos unas cucharadas de la salsa y añadimos la pizca de pimienta negra recién molida. Finalmente ponemos unos champiñones en láminas. Puedes poner un poco de queso mozzarella y a continuación la introducimos en el horno, como si de cualquier otra pizza se tratase.

Esta salsa carbonara sin nata, es aún más fácil aún de hacer que la carbonara con nata que solemos hacer en España. Ambas salsas están deliciosas pero lo cierto es que ¡no se parecen en nada!