CROQUETAS DE ESPINACAS Y PIÑONES

1. El día anterior, cocemos las espinacas. Menguan mucho así que, no te preocupes si te parecen mucha cantidad. Para ello, preparamos dos ollas con abundante agua. Una de ella, la ponemos a fuego fuerte, con un puñado de sal. Cuando hierva, cocemos en ella las espinacas. Pasados un par de minutos de cocción, las retiramos con una espumadera y las ponemos inmediatamente en la olla con el agua fría, para cortar la cocción.
2. Pasados unos minutos, ponemos las espinacas en un plato y dejamos que reposen aquí un día entero. Seguirán soltado agua que, en caso de utilizarlas de inmediato, irían a la bechamel, licuándola por completo y arruinando la preparación. Por eso es mejor dejar que escurran por completo.
3. Al día siguiente, comenzamos con la elaboración de nuestras croquetas de espinacas y piñones. En otra ollita ponemos la mantequilla y el aceite a fuego medio. Cuando esté caliente y se integren ambos ingredientes, añadimos los piñones, que estén un poco troceados y dejamos cocinar unos minutos. Hasta que se tuesten. A fuego medio-alto.
4. Añadimos la harina. Bajamos la potencia del fuego a temperatura media y mezclamos. Se formará una pasta. Dejamos cocinar un par de minutos más, siempre a fuego suave.
5. Añadimos la leche, mejor si está caliente o como mínimo, a temperatura ambiente, en tandas. Añadimos unos 200ml y mezclamos con una varilla. Pasados unos segundos, se formará una pasta muy densa.
6. Añadimos otros 200ml de leche volvemos a integrar. Cada vez, la bechamel irá quedando más y más licuada. Repetimos este proceso hasta terminar con toda la leche
7. Pasado el tiempo, tendremos una bechamel de nuestras croquetas de espinacas y piñones relativamente líquida. Es importante que no quede demasiado densa, para que las croquetas conserven su cremosidad. Por eso es importante medir las cantidades en esta receta. Llegados a este punto, añadimos las espinacas, que habrán escurrido por completo y rectificamos de sal y de pimienta blanca. Añadimos también la nuez moscada y dejamos que cocine unos 10 minutos más, siempre a fuego suave y removiendo de vez en cuando
8. Llegados a este punto, dejamos que la bechamel se enfríe por completo y una vez lo haya hecho, lo metemos en la nevera. Que se enfríe por completo. Una noche entera.
9. El siguiente día, formamos las croquetas de espinacas y piñones. Cogemos una cucharada de la masa y le damos forma de croqueta. Pasamos por huevo batido y por pan rallado. Reservamos en un plato hasta haber terminado de formar todas las croquetas
10. Metemos 10 minutos en el cogelador, para que la masa se asiente. En caso que no vayas a freírlas inmediatamente, puedes dejarlas en la nevera hasta que vayas a freírlas
11. Finalmente freímos en abundante aceite -que cubra las croquetas por completo- y a temperatura media-alta. pasados un par de minutos de cocción, retiramos y ponemos en papel absorbente un par de minutos. Servimos al momento

Croquetas de espinacas y piñones. Llevan algo de trabajo, como todas las croquetas pero, merece la pena hacerlas. Quedan muy ricas y cremosas ¡Anímate a prepararlas!