SALSA BRAVA CASERA

1. En una cazuela, ponemos a calentar a fuego suave un chorrito de aceite. Una vez esté caliente, añadimos los dientes de ajo y la cebolla también bien picada. Salpimentamos y dejamos cocinar, mientras removemos con frecuencia con una cuchara de madera.
2. En un vasito, ponemos un pequeño chorrito del vinagre y el pimentón picante. Mezclamos bien. Con esto, evitaremos que el pimentón se queme. Cuando la cebolla y el ajo, lleven 10 minutos cocinando, añadimos esta mezcla. Mezclamos todo y dejamos cocinar, siempre a fuego suave, 1 minuto más.
3. Pasado este tiempo, añadimos la salsa de tomate y la guindilla de cayena triturada. Estos dos últimos ingredientes, son opcionales. si la quieres sin tomate, no se lo pongas. Y si crees que te va a picar mucho, omite la cayena.  Mezclamos y después añadimos la harina que, le va dar cierto cuerpo a la salsa brava. Mezclamos todos los ingredientes y dejamos tostar la harina durante tres minutos más, para que pierda el sabor a crudo
4. Es el turno de añadir el caldo que, puede ser de pollo o de jamón. Si no tienes caldo, puedes utilizar pastilla de caldo y agua o, tan sólo agua pero claro, ya no quedará igual de sabroso. Mezclamos todo y dejamos cocinar un par de minutos más
5. Trituramos todo en una batidora americana o, con una batidora manual. Al final, nos tiene que quedar una salsa más bien líquida pero, con algo de cuerpo. Este cuerpo, será el que le de la harina, por eso se la añadimos. Si queda muy densa, añade un poco más de caldo. Si te queda muy licuada (para esto, es mejor no pasarse de añadir caldo, en el paso anterior. Mejor quedarse corto que pasarse) devolver al fuego y dejar cocinar a fuego muy suave unos minutos más, para que evapore el exceso de líquido

Una salsa brava casera muy resultona. Y que puedes hacerla tan brava como quieras, añadiendo más cayenas, chiles habaneros, salsa de tabasco… ¡Lo que quieras!