RECETA Y TIEMPO DE LA DORADA A LA SAL
Dorada a la sal. O cómo lograr un pescado al horno jugosísimo. Esta receta, que también puede hacerse perfectamente con lubina, dará como resultado un pescado muy jugoso. La sal, hará de capa protectora, evitando que los jugos del pescado se evaporen durante el horneado. No obstante, aunque pueda parecer una cantidad exagerada de sal, la dorada va a absorber justo su cantidad necesaria, dando como resultado una dorada al punto de sal, jugosa, deliciosa y que seguro que repites. Además, no requiere de ningún ingrediente extra, salvo el pescado, un poco de agua y la propia sal. Ni aceite, ni ajo ni ningún otro ingrediente extra. Así, tal cual, ya queda perfecto.
INGREDIENTES para 2 personas:
- 2 doradas
- 2kg de sal gorda
- 1 vaso de agua
COMO HACER DORADA A LA SAL DE RECHUPETE:
1.- En un bol, ponemos toda la sal. Añadimos, de momento, medio vaso de agua y mezclamos con los dedos. Lo que queremos, es que la sal, quede compacta. Que no quede suelta y se pueda coger a puñaditos con las manos. Algo así como la textura, cuando cogemos un puñadito de nieve pero, en este caso, con sal gorda. Si añadido el medio vaso de agua, no logramos esta textura, echamos el agua restante hasta lograrla
2.- logrado dicha textura y en una fuente de horno, ponemos una fina capa de la sal, apretándola con las manos. Sobre ella, ponemos las doradas. Tapamos las doradas con la sal restante, asegurándonos de apretar un poco, de tal manera que quede bien compacta y las doradas queden bien tapadas. Sólamente vamos a dejar que asomen las cabezas. Es decir que éstas no las vamos a tapar. El resto del pescado, debe quedar todalmente cubierto por la sal. Como decía, aunque parezca mucha cantidad, la dorada sólamente va absorber una mínima cantidad, quedando finalmente al punto de sal.
3.- Introducimos la bandeja en la rendija central del horno, previamente calentado a 200ºC. Generalmente la dorada se hace en unos 20 minutos pero, en este caso, al llevar esta capa protectora de sal, debemos dejarla un poco más, para que el calor penetre completamente en el interior del pescado. Tampoco demasiado más, para que no se reseque. Con 25 minutos, debería ser suficiente.
4.- Pasado el tiempo, retiramos del horno. Eliminamos con cuidado toda la sal que recubre el pescado que, ya ha cumplido su función y servimos inmediatemente
¡Delicioso! Esta dorada a la sal es un manjar sin parangón, fácil y rápido de hacer y muy jugosa. ¡No te dejes engañar por el exceso (aparente) de sal y prepárala en casa!
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En 2014 nació cocinacaserayfacil.net. Desde entonces, he escrito más de 900 recetas, 2 libros y he grabado más de 450 videos para mi canal de YouTube. También he realizado showcookings en directo en varias ciudades españolas y he tenido durante 5 años mi propio espacio gastronómico en la radio. Pero lo que más me gusta es cocinar para mi familia y amigos, es mi gran pasión. En esta web puedes encontrar todo tipo de recetas y trucos que te ayudarán a cocinar de una forma muy sencilla y sin complicaciones.
Hola Gorka:
Desde que descubrí la dorada a la sal se convirtió en uno de mis platos favoritos, y aunque la primera vez que lo hice me salió muy jugosa, era todo un manajr (y si no pregúntale a mi perro que se robó dorada y media, me había hecho dos), no he podido repetir la esquisitez, quedándome posteriormente o algo más reseca o un poco salada en algunas partes. Las únicas diferencias han estado en la sal, ya que la primera vez usé sal casera mezclada con sal más gruesa de lo normal pero no gorda ni «de horno», y la forma de preparar las doradas por parte de los pesacaderos: la primera vez creo recordar que no hizo ningún hueco en el vientre y lo sacó todo or las branquias, y el resto de veces o me las han descamado, o el tajo en el vientre ha sido entre moderado (1cm) a exagerado (unos 4cm), etc.
¿Cómo recomiendas que se prepare la pieza para este plato?
Muchas gracias. Una receta alucinante, aunque no para comer todos los días por el precio, claro 😀
Hola Rosa. Gracias por tu comentario.
Mi consejo, es que no te la descamen la dorada nunca para hacerla a la sal. Además, que te la limpie por dentro pero que no llegue a abrírtela del todo. Es decir, que tenga un corte por la mitad para quitar las tripas y vísceras pero, que no esté abierta como si fuese un libro.
Con estos dos consejos, yo creo que te va a quedar bien siempre.
¡Un fuerte abrazo!