POTAJE DE VIGILIA

1. La noche anterior, ponemos los garbanzos en una cazuela y los cubrimos con abundante agua, que los cubra por completo. Agregamos una cucharadita de bicarbonato sódico que hará que los garbanzos se reblandezcan antes. Si no tienes bicarbonato, puedes sustituirlo por un puñadito de sal. Dejamos los garbanzos en remojo durante toda la noche.
2. Al día siguiente, comenzamos con la preparación de nuestro potaje de vigilia. En una cazuela, con agua hirviendo, ponemos estos garbanzos ya escurridos de su agua del remojo. Lo tapamos y dejamos que cuezan durante alrededor de 2 horas. Si utilizamos una olla exprés, estarán listos en unos 25 minutos, dependiendo del tipo de garbanzo.
3. Mientras los garbanzos se cuecen, preparamos un sofrito. Para ello, en una sarten, ponemos un chorrito de aceite y lo calentamos a fuego suave. Cuando esté caliente, añadimos la cebolla y el pimiento verde. Ambos ingredientes, bien picados. Salpimentamos y dejamos que se cocinen unos 10 minutos, siempre a fuego suave mientras removemos todo con frecuencia.
4. Pasado este tiempo, cuando la cebolla ya esté blandita, agregamos el tomate triturado. Removemos nuevamente para que se integre el tomate y dejamos que se cocine todo otros 10 minutos más. 
5. Cuando el agua que haya soltado el tomate se haya evaporado, ponemos nuestro sofrito para el potaje de vigilia en un vaso batidor, añadimos el caldo de pescado y batimos bien hasta que quede todo muy triturado, sin grumos.
6. Cuando los garbanzos estén cocidos, sin retirar el agua de la cocción, agregamos la salsa que acabamos de preparar, el bacalao troceado y las espinacas. Removemos ligeramente para que se mezclen estos ingredientes y tapamos nuevamente la cazuela para que se cocine todo 5 minutos más.
7. Pasado este tiempo, destapamos y vemos como ha disminuído el tamaño de la espinaca. Es el turno de añadir los huevos cocidos cortados por la mitad y salpimentamos. Con las manos, hacemos unos movimientos circulares con la cazuela para que el huevo se sumerja y termine de cocerse. Hecho esto, servimos inmediatamente.

Aunque esta receta es tradicional de Semana Santa, el potaje de vigilia es plato de cuchara que puedes elaborar en cualquier ocasión. Una receta muy completa y saludable que mezcla verduras, pescado y legumbres, apto para diabéticos y además aporta fibra, proteínas contiene muy poca grasa.